Plácidos riachuelos, pastos bucólicos, montañas altísimas o islas tropicales... Son sólo ejemplos de las impresionantes vistas que puedes encontrar en la naturaleza. Por lo que a mí respecta, pocas cosas me hacen sentir tan integrado en el paisaje como una puesta de sol tras un monte lejano o el oleaje golpeando las rocas. Pero intentar captar estos momentos con la cámara puede ser una tarea ardua. Con frecuencia, las fotos sólo consiguen plasmar una vista aburrida sin ningún tipo de interés, en lugar del paisaje impresionante que recuerdas haber tenido delante. Pero con unos cuantos trucos sencillos y pensándolo un poco, puedes conseguir unas fotos coloridas, espectaculares y llenas de vida que te transportarán de nuevo al paraíso visitado.